Comenzamos con las crónicas. Para empezar, toca una de las más recientes, donde tuvimos el ingreso de nuevos Piratas. Como ya comentamos en el artículo de bienvenida, se trata del descenso del Barranco del Abdet.
La idea en principio surgió de forma discreta y rozando la clandestinidad. Pero poco a poco, el número de participantes fue aumentando, llegando a participar hasta 7 descerebrados. Fuimos tal número, que al colega del alquiler de los neoprenos le descuajeringamos el stock. Normal, a 4€ de alquiler por cada neopreno (y eso que era la primera vez, que a partir de la segunda nos los deja a 3€) quien no se los lleva para toda la temporada.
El barranco es de lo mejor que tenemos en la provincia (más que nada porque es de lo muy poco que tenemos en la provincia, aunque eso son detalles), además las tormentas de una semana antes ayudaron mucho al nivel del agua que fue, por cierto, bastante bueno para pasar el rato. ¡¡¡Y menudo rato pasamos!!! Aquello más que un barranco parecía el Aqualandia.
El barranco empezó algo light y con aparente poca agua, pero ya el primer rapel descubrimos una pocita guapa al final de la pared. La cosa prometía… y la peña iba pillándole el gustillo. En el segundo rapel ya nos encontramos una cascadilla. La cosa mejoraba… y la peña flipaba ya.
A partir de ahí, el despiporre: saltos a gogo. Primero unos saltitos de pequeñas rocas y cornisas. Y al final, un par de saltos impresionantes. Uno de ellos podía escalarse para seguir saltando, y si no hubiese sido porque la pared de enfrente quedaba demasiado cerca, hubiésemos hecho el cabra a lo bestia. El salto final también fue guapísimo, pero la idea de la cuerda con nudos llegó demasiado tarde y no la pudimos montar para volver a saltar.
De ahí a un pequeño baño en la poza y luego al suplicio del retorno. Al pobre Piloto casi lo perdemos por el camino. Nadie le dijo que dentro de un neopreno hace mucho calor cuando estas fuera del agua. El tío llegó blanco al puesto de avituallamiento, y eso que el enfermero amateur era él. Por fortuna, en cuanto se quito el traje empezó a respirar con normalidad.
Y ya poco más que comentar salvo que un poco más abajo están las mejores fotos con algunos comentarios. Para algunos de nosotros fue el primer barranco en mojado, y parece ser que no va a ser el único. Para hacernos a una idea, el comentario más repetido al llegar al coche fue: ¡¡en llegar me compro un neopreno!! (creo que aún no lo ha cumplido nadie, jeje)
La idea en principio surgió de forma discreta y rozando la clandestinidad. Pero poco a poco, el número de participantes fue aumentando, llegando a participar hasta 7 descerebrados. Fuimos tal número, que al colega del alquiler de los neoprenos le descuajeringamos el stock. Normal, a 4€ de alquiler por cada neopreno (y eso que era la primera vez, que a partir de la segunda nos los deja a 3€) quien no se los lleva para toda la temporada.
El barranco es de lo mejor que tenemos en la provincia (más que nada porque es de lo muy poco que tenemos en la provincia, aunque eso son detalles), además las tormentas de una semana antes ayudaron mucho al nivel del agua que fue, por cierto, bastante bueno para pasar el rato. ¡¡¡Y menudo rato pasamos!!! Aquello más que un barranco parecía el Aqualandia.
El barranco empezó algo light y con aparente poca agua, pero ya el primer rapel descubrimos una pocita guapa al final de la pared. La cosa prometía… y la peña iba pillándole el gustillo. En el segundo rapel ya nos encontramos una cascadilla. La cosa mejoraba… y la peña flipaba ya.
A partir de ahí, el despiporre: saltos a gogo. Primero unos saltitos de pequeñas rocas y cornisas. Y al final, un par de saltos impresionantes. Uno de ellos podía escalarse para seguir saltando, y si no hubiese sido porque la pared de enfrente quedaba demasiado cerca, hubiésemos hecho el cabra a lo bestia. El salto final también fue guapísimo, pero la idea de la cuerda con nudos llegó demasiado tarde y no la pudimos montar para volver a saltar.
De ahí a un pequeño baño en la poza y luego al suplicio del retorno. Al pobre Piloto casi lo perdemos por el camino. Nadie le dijo que dentro de un neopreno hace mucho calor cuando estas fuera del agua. El tío llegó blanco al puesto de avituallamiento, y eso que el enfermero amateur era él. Por fortuna, en cuanto se quito el traje empezó a respirar con normalidad.
Y ya poco más que comentar salvo que un poco más abajo están las mejores fotos con algunos comentarios. Para algunos de nosotros fue el primer barranco en mojado, y parece ser que no va a ser el único. Para hacernos a una idea, el comentario más repetido al llegar al coche fue: ¡¡en llegar me compro un neopreno!! (creo que aún no lo ha cumplido nadie, jeje)
Bueno ahí van las fotos. ¡¡Disfrutadlas!!
Aqui estamos todos poniendonos el equipo ¡¡en medio la calle!!
El Totxo, a remojo para enfriar el ambiente (normal, con tol mundo en pelotas...)
Todos juntos antes de empezar
Ahora el Piloto a remojo (recordando que estabamos en pelotas...)
Momentos previos al primer rapel
Ese Kamoto ahí!!! KT si se cae es tu responsabilidad pillarlo al vuelo...
¡¡No saltes que ya te tiro yo!!
... poniendo esta cara ... imaginaroslo cagando ...
El del centro es uno de los que dijo lo del neopreno, tu tu tururu...
KT y Deivid haciendo manitas el Piloto tocandose
Un servidor (con un problema muuuuy grande)
Un par retozando como conejos
¡¡Es Batman!! Pero sin la capa (más quisiera...)
Un reflejo de cómo lo estabamos pasando
Este es el salto que se podía escalar y volver a saltar
Una foto artística. No se qué es eso blanco, pero seguro que no es lo que todos pensais
Aquí estamos triunfantes ¡¡Y con la chicha al aire!! Menos mal que hice la foto
Hasta la próxima...
"Subimos juntos, Sufrimos juntos; Piratas para Siempre"
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