domingo, 11 de mayo de 2008

Una escapadita rapida.

Si si... rápida. ¿Dónde vamos?... Al Penyagolosa, que está aquí al lado. Nada más lejos de la realidad. Lo que parecía un viajecito corto de medio fin de semana, se convirtió en un "paseo" de casi 6 horas para ir a Castellón. No nos lo podíamos creer, y mi culo cuadrado del asiento del coche el que menos.

Por aquella época, la mitad aún estábamos en los scouts, por lo que no tuvimos más remedio que salir después de la reunión del sábado. Ya se sabe, quedamos a las 13:00 para salir zumbando, pero entre repostar, comer, pitos y flautas, tardamos casi un par de horas en despegar. Aunque viendo las otras experiencias, se puede considerar un tiempo dentro de márgenes.

La Kangoo y el Clio World Rally Car llevaron un buen ritmo durante el camino, pero lo que parecía una hora de carreteras "malas" se convirtieron en casi tres. ¡¡Dios que vuelta!! Llegamos a la zona de acampada con la luz justa para montar la tienda y poco más. Hornillo, albóndigas (de lata claro), mistelita y al saco, que entre que había que "madrugar" y que el culo no daba para más, lo pillamos con bastantes ganas.



La mañana fue standard. Hora y media de desayuno y recogida y fotos de rigor. Así de entrada parece que la escapadita fue una castaña. ¡¡Qué va!! Lo ocurre es que estoy obviando las coñas, el cachondeo del "es aquí al lado", el conejito del Kapi de buenas noches, y de buenos días, etc. porque son igual que siempre, y la gente que lea esto va a pensar que sólo vamos a la montaña a rozarnos. Y nada de eso, ¡¡¡¡también miramos mientras el resto se roza!!!!...Jajajaja. Bueno sigamos con la historia...



Los primeros metros fueron bastante tranquilos. Sin mucha pendiente, senda más o menos clara y bastante sombra. Evidentemente, cuando empezó a quitarse la sombra, coincidió con la activación de la pendiente, es ley de Murphy (también llamada Articulo 33). Tampoco era para quejarse, que lo más duro sabíamos que estaba al final de la etapa, pero ya empezaba a hacer calor. Hicimos una paradita en un mirador muy chulo para hacernos unas fotillos y seguimos adelante.





Llegó un momento en que nos cruzamos con un camino o una pista forestal bien marcada. Aquí se suponía que empezaba lo bueno, hasta que después de mirar el mapa doscientas veces, nos dimos cuenta de que a pesar de haber siguido la senda perfectamente, no aparecimos donde se suponía teniamos que aparecer. Así que optamos por la trocha. ¡¡Error!! Si ya era dura la última parte de la ruta, podemos imaginar lo que supone irrr campo a trrraviesa...

Aquí fue donde cambió nuestra vida, donde algunos nos hicimos hombres, y en el caso de la Tata, mujer. Fue nuestra primera vez, la que siempre se dice que es más difícil, que cuesta un poquito, y que incluso llega a doler. Fue nuestra primera experiencia con el Ritmo Infernal. El nombre lo dice todo, pero por si queda alguna duda, es aquel nivel de esfuerzo que tus piernas llegan a desarrollar sin que tu cabeza llegue a entender cómo. Y tengo que recordar que íbamos a campo a trrraviesa. Es lo típico: "¿KT, por qué no sigues a los de delante que van haciendo zetas por la senda?", "Las zetas son para senderistas...". Desde entonces, a menos que haya que abrir huella en la nieve, procuramos que KT no vaya delante.

Una vez en la cumbre no hubo muchas novedades, salvo que recuerdo que hacía mucho viento. Pero bueno, para eso teníamos los wind stoppers. El Kapi se amorró al pilón (al geodésico) como siempre hace cuando lo hay. Visitamos el Penyagolosa 2, que estaba más cerca de lo que decía el mapa, y comimos unos sandwiches y unas barritas de muesly esnaips.





El descenso fue como suele ser cuando hay prisa y no hay muchas piedras sueltas en el camino: corriendo. Se puso como excusa que había que entrenar para la media maratón del Cabeçó, y mira, al final pringamos todos. Como cabía esperar, la bajada fue ampliamente más rápida que la subida, pero aun así no llegamos al coche tan pronto como deberíamos para no volver a Alicante a las mil. Eso sí, el viaje de vuelta fue bastante más ligerito entre siesta y siesta.

Muy buena excursión, y lo más importante, fue la primera para muchas cosas, entre otras cosas, Los Piratas.

Hasta la próxima!!
"Subimos Juntos, Sufrimos Juntos"